Si ahora quieren que comáis cuatro o cinco piezas de fruta no es por vuestro bien, sino para que no os devoren enfermedades de crueldad económica intolerable para la SS.
Desconfiad de los que toman coca cola con la comida. De los que abren una hoja sola de las puertas dobles y pasan de medio lado. De los que te hablan manoseando los botones de tu camisa. De los que no te miran a los ojos al hablar.