12/18/2012

Otra vez Salvaje, pero a rabiar!


Voy perdiendo la cuenta de las ediciones de Salvajemente Amateur que llevamos...cinco de invierno este año. Madre mía, casi la edad de Gabriela...

Todo esto que empezó casi como una broma, como un gesto de emulación, como un sentido homenaje a los Beatles en el Rooftop del Apple...

Y voy sumando vivencias y momentos, y no recuerdo ni uno malo, y eso que los pasamos y canutos a veces.    Y me doy cuenta de esta pequeña construcción de amor, de entrega, de sacrificio y de delirio profundo que supone este Festival ridículo donde unos aficionados inexpertos y sin tiempo tocan canciones, sus canciones, sus ideales hechos música y sus reivindicaciones.   

Y lo que más me supone es que cada año somos MAS, y con esto no me refiero al número de asistentes, sino al número de "incondicionales" (ya sé que utilicé este término en el ultimo post sobre el Salvaje pero no encuentro otro término que mejor se adecúe a la realidad). 

Y son/somos NOSOTROS, los que se nos llena la boca al hablar de esto, los que se sacrifican, los que pierden horas de sueño, los que sufren cuando no pueden estar, los que echan un ratico más de ensayo a costa de otras cosas, los que piden más canciones para cantar, los que cuando saben que está acabando una edición (sobre todo en invierno) piensan : “¿ya? Se esta Acabando YA!”. Y los que se abrazan.

Eso es lo mejor creo. El sentimiento de fraternidad a-b-s-o-l-u-t-a que hemos forjado, el grupo de verdaderos amigos que hemos creado, esta sensación de unidad y de que estamos haciendo algo verdaderamente valioso a nivel humano.

Bueno, me quedo con esta foto entre otras muchas. Me transmite algo de lo que vengo relatando en este post.

Luz en medio, el propósito hecho mujer, una Diosa que me ha caído del cielo con su arte y su sentido común de 24 horas.

Chema, el incondicional confeso desde este año, aunque lo es desde hace bastante más atrás.

Débora, su entusiasmo, su trabajo, su desbordamiento, su mujer al 200%, qué despliegue! Y abducida ya de por vida a nuestro proyecto...

En la sombra, porque no se ven: mi Nadia, un talento en todos los sentidos, la Mujer Faro de Occidente, atrapada desde el primer momento en que tocó con nosotros el verano del año pasado. Y el pequeño David en la batería, el que nació con los ojos abiertos mirando la realidad, mi sobrino nieto (se dice pronto) que tuve entre mis brazos el día de su bautizo hace casi dieciocho años, y míralo ahora, tocando con su padrino y con su tía, y con algunos de los mejores músicos de Granada. Es un orgullo ser su padrino y reconocer en él todos los valores que presidieron la educación que quiso darnos mi padre a mí, a su abuela y a mis hermanos: respeto, lealtad, honestidad, trabajo y sacrificio. Todo lo tiene el chiquillo. No cambies nunca, David, y sigue arreándole así de fuerte a los tambores, campeón.

El siguiente post lo dedicaré a aquellos con los que he compartido los ensayos de Salvajemente Amateur, que han sido desde luego los más entrañables de todos cuantos llevamos este año.

Y por último decir que se ha producido lo que siempre creemos que no se va a producir en cada año: esta edición ha sido la mejor de todas, y eso que las anteriores fueron cojonudas en verdad.

Hay algo mejor que quererse y que te quieran? Pues no. Cosas del clan.