Leche, heroína y coñac
Estos dos pájaros vienen unidos por una propiedad inmobiliaria e intelectual. A saber, el chico de la guitarra adquirió la biblioteca entera del muchacho del bicornio disfrazado de Horus junto con su castillete en Escocia, Boleskine, pero prefiere que no le hablen del tema.
El padre del satanismo moderno, Aleister Crowley, tocado para la ocasión con sombrero del conocimiento ritual "ad hoc", vino a ser una suerte de pirado que con su arquitectura sobre el diablo, la sangre, las menstruaciones y los ratones muertos engañó con suerte a otro montón de pirados, victorianos en su mayoría, que estaban hasta el moño de la Iglesia Anglicana, y que tenían ganitas de ir contra las normas. No en vano era capaz de hacerse invisible mediante su capa escarlata, habiéndole sido revelados gran parte de sus conocimientos en una habitación de un hotel del Cairo por una entidad denominada Aiwaz, quien le reveló la máxima suprema: "Haz lo que quieras", lo que bien mirado, no está nada mal como eje de conducta. En suma, él y sus seguidores constituían una colección entrañable de provocadores de guardarropía, hallándose en aquella primera mitad del siglo XX los adoradores del Mal en sentido puro más ciertamente alojados en otros templos más oficiales.
El título del presente post es una reseña de la admirable dieta que Mr. Crowley manifestaba seguir: leche, heroína y coñac. Admirable desde luego, a la par que nociva, si el coñac es de garrafón.
3 Comments:
Pues yo le veo todo el sentido: leche para una piel radiante, coñac para una buena maceración de los órganos internos, y heroína para aguantar el tirón sin notar el crujido estomacal. Y práctico, un montón, que no tienes que pensar en qué cocinas hoy. Yo le pondría un Omeprazol a media mañana. Lo mismo me hago del club...
Bueno, en crowley hay una mixtificación sui generis de mucho material esoterista mal digerido(eso es el engañabobos, e impresiona jevis con el que se le suele anatemizar), pero hay algo en la secta thelemita tremendamente atractivo por lo extremo libertario, ideológimante estimulante, salvada la perspectiva moral...y esa es la verdadera fascinación que muchos han tenido con él, más que la leche, el coñac, y la invisibilidad...
debió de crear un microcosmos a parte de la tradición cristiano-platónica bastante curioso
y es que la magik es mucha magik, amigo
recomendable la monumental biografia editada por siruela...
Mico: mancantao lo de la maceración. hahahahahahha!
Cosmo mío: totalmente de acuerdo, he escuchado ciertamente la de siruela que creo es menos cáustica que la anterior.
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