Oligarcas Pépticos
Esas antiestéticas arrugas (aquí y aquí) envejecen tu piel y hacen que parezcas más mayor.
Por eso he dejado de beber, para vencer la antiestesia o como demonios se diga. Pero en cuanto la ponga en su sitio... hala! a buscar el guitarrillo todas las noches. Amor con amor, amor sobre todas las cosas, panteístico para los días claros y sin nubes, y sincrético cuando el maldito cajón de la cómoda vieja no se cierra. Voluntarioso y empecinado cajón.
Remedios del mediodía, una antiestética cerveza sin alcohol panzaburrera y de tapa un requeté (ya sabéis un trozo de melva con pimiento morrón bien brillante), pero dejándose el pan.
Remedios del ocaso, naranjas y limones hasta que rechinen los dientes, bruxados y mentecatos.
Y luego por la noche, haremos lo de siempre, retortijones y a dormir.
Menesteres y control cerebral, podemos acostumbrarnos a una ingesta menor y más lenta, y, en fin, moderar esa conducta afanosa de engullir la comida como si fuéramos a acabar con el mundo o como si fuera el apoteosis eslahoradelapoteosis de Angela Carrasco.
Y sobre todo, hablar, más.
Y... dígale a su marido que le haga más el amor.
7 Comments:
Se ve que estás solico en el trabajo, dándole vueltas a la cabeza. Cómete un bocadillo de calamares, leñe!.
Un besito
Errrrrrrrrrr! no faltaba más! mmmmmmmmmmmmmmm.... la mezcla de la fritanga con el sabor de pescado y el pan es realmente antológica.
Que gran sugerencia! pero la boi a dejal pa nabidá masomenos (si puedo)
Besos!
no no
ese sincretismo entre mesianismo escatológico y bulimia milenirismética me ha parecido muy correcta
pero usted tiene un público minoritario
pero usted, así mismo, se debe a su arte poético poyético.
besenetes
yES. AMÉN.
Estupendo compromiso-declaración de principios-confesión de amor todo en uno.
Amor y dieta que maravillosa combinación…
Mas decimonónica que nunca, propongo amar hasta quedarnos en los huesos, como gorrioncillos caídos de nido, con las orejillas transparentes y las tripas sonando como turbinas, eso es amor del bueno leñe!!! Me uno a su propósito de contención por que en Paris he tenido mi particular “grande bouffe” y me he entregado sin reservas a los placeres de la gastronomía local ¡Mon dieu! Mucho amor voy a tener que hacer para rebajar estos quilillos. Besos con sabor a Beaujolais!!!
El alcohol es un conservante natural y desinfecta que da gusto.
Unos vinitos, medio kilómetro de longanizas y a bombear!!!
Oiga.
Ahí las dao!
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