3/20/2006

El Libro Secreto y Sencillo de las Costumbres (Cap. II)


(Resumen de lo publicado: un tipo que se sienta en el retrete y cree que piensa)

Pensando y discurriendo iba dando con alguno de los mensajes secretos que encierran los usos, cuando no, me desesperaba y golpeaba las paredes con mis puñitos pequeños. ¿Y la caspa? ¿qué hay de ese polvillo blanco, tan maldito? Por unas excoriaciones de la piel, porque los genes de ésa persona han decidido que la piel de la cabeza se le va a defoliar y que por más que se lave no se desprenderá de ellas, no se le concede al culpable presunción alguna de limpieza: se le condena sin más a la categoría de guarro absoluto. ¡Guay de ésos pequeños inconvenientes de la civilización ! los árboles nos impiden ver el bosque y se clasifica a las personas más por su apariencia que por su esencia. ¿ Por qué ?


Estas cuestiones se me planteaban desde pequeño por lo que hemos de deducir que el problema era entonces latente pero no manifestado. Por ejemplo, me preguntaba por qué las mujeres llevan falda y los hombres no. Mejor sería ir dando campanazos con el badajito que ir con los temas bien apretados, creía yo. Pues no, los hombres no llevan falda sencillamente para que no se les enrede con los matojos mientras van de caza. ( nuevamente, la cuestión antropológica)

¿ Por qué las mujeres llevan pelo largo y los hombres no ? Pues para que no se les enrede con los matojos mientras van de caza. Exacto.

- Yo no cazo nunca ni voy a ir a cazar. ¿ Puedo ponerme falda ? ¿Puedo llevar el pelo largo?

Más bien, no, peque.

Y como ésas, todas. Mi mente se enredaba con todo : con los matojos, con los hinojos y con los hinojos caídos como ellos, en fin, un magma precioso y ensordecedor compuesto al 50% de ficciones turbulentas y realidad no limpia hervía, chillaba y se desbordaba con más frecuencia de la que se pudiera desear. A veces, o no recordaba bien las cosas o creía que cosas que sólo habían sucedido en mi mente habían sucedido en la realidad. Y así de ésta manera, resultaba que todo lo que hacía guiado por mis pensamientos al final constituía un atropello a la verdad , lo que, indefectiblemente, perjudicaba los nobles sentimientos de aquellos que, con paciencia y tesón no remunerados, me intentaban educar.
(CONTINUARÁ)

1 Comments:

Anonymous Anónimo dise...

¿Quien es el calvo de enmedio?

3:27 a. m.  

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